Las codornices suelen tener entre 3 y 5 años. El tiempo que vivan en cada caso individual depende de varios factores, que nos gustaría profundizar más a continuación.
La edad de la codorniz
La edad promedio de las codornices es de 3 a 5 años. Algunos solo viven hasta los 2 años, mientras que otros pueden vivir hasta los 7 años.
¿Qué afecta la vida útil de las codornices?
Hay varios aspectos que afectan la vida útil de la codorniz.
La higiene
Si prevalecen condiciones catastróficas en el establo, por supuesto, uno no debe sorprenderse si la codorniz no llega a la vejez. Los patógenos, en particular, pueden provocar el brote de diversas enfermedades en el gallinero y acortar en gran medida la vida de las codornices o incluso provocar la muerte inmediata.
Por lo tanto, es extremadamente importante que mantenga limpio el gallinero. Retirar regularmente los excrementos, reemplazar la arena, limpiar los comederos y bebederos todos los días y desinfectar el establo si es necesario.
Condiciones óptimas de vivienda
Para que las codornices alcancen una edad avanzada, deben vivir en un establo apropiado para su especie que les ofrezca suficiente espacio. El establo debe estar en un lugar tranquilo si es posible para que los animales no estén expuestos a ningún estrés, ya que esto también puede acortar significativamente su vida útil.
En esta casa de codornices bien equipada, se crían 7 codornices en un área de 2 m²Pienso de alta calidad apropiado para su especie
Para que las codornices tengan una vida larga y feliz, por supuesto deben recibir el mejor alimento posible que satisfaga sus necesidades. Al igual que con los humanos, la alimentación también juega un papel importante en la salud de las codornices.
Estado de salud
El estado de salud es otro factor. Puede influir positivamente en esto mediante una buena postura, una dieta sana y unas condiciones higiénicas óptimas. Sin embargo, también hay casos en los que las codornices se enferman por alguna otra razón.
¿Gallina ponedora o no?
Si las codornices se utilizan como «máquinas ponedoras», están expuestas a un estrés permanente porque el rendimiento físico durante la puesta es enorme. Por tanto, es posible que una codorniz que se cría exclusivamente para la puesta y que pone significativamente más huevos que sus congéneres tenga más probabilidades de morir.
